Uno de los exoplanetas más misteriosos ha presentado un nueva incógnita. Por primera vez, se han detectado rayos X que emanan del séptimo planeta, y no se tiene claro de dónde vienen ni qué significan. La investigación fue publicada en JGR Space Physics.
Las observaciones y los descubrimientos respecto a los planetas lejanos son bastante difíciles de hacer, en comparación con el resto del Sistema Solar. Urano y Neptuno están realmente lejos, y pocas sondas se han aventurado alguna vez en su helado vecindario.
En general, confiamos en telescopios cercanos a casa para observarlos. Estos telescopios están optimizados para mirar cosas mucho más lejos que Urano o Neptuno, por lo que a veces los detalles pueden ser algo confusos.
La primera detección
El nuevo descubrimiento se basa en observaciones tomadas con el Observatorio de rayos X Chandra, un telescopio espacial en órbita alrededor de la Tierra. El primer conjunto de observaciones se tomó en 2002, luego otros dos conjuntos en 2017.
Ahora, un equipo de astrofísicos dirigido por William Dunn del University College London analizó los datos de observación de 2002 y encontró evidencia clara de X-rayos de Urano. Anteriormente los científicos ya habían detectado estas emisiones desde Saturno y Urano.
Por eso, no es tan sorprendente que Urano emita rayos X. Tampoco es de extrañar el no detectarlos hasta ahora, dadas las dificultades que supone estudiar el lejano planeta. Curiosamente, no conocemos la imagen completa de cómo Urano emite rayos X.
Explicaciones
La principal fuente de rayos X podría provenir del Sol, la cual se sabe que se dispersa cuando golpea las nubes de Júpiter y Saturno. Probablemente también ocurre esto en Urano, aunque los cálculos del equipo apuntan a más fotones de rayos X de los que este proceso explica.
Basándonos en otros objetos del Sistema Solar, tenemos algunas pistas sobre cuál podría ser la fuente potencial de este exceso. Los anillos de Saturno son un ejemplo, y se sabe que emiten fluorescencia en rayos X generados por partículas energéticas que interactúan con átomos de oxígeno en los anillos.
Otro proceso productor de rayos X en el Sistema Solar son las auroras. Estas ocurren cuando las partículas energéticas interactúan con una atmósfera planetaria. Las más conocidas son las de la Tierra, pero también ocurren en otros planetas; Júpiter, Marte, Saturno e incluso los cometas pueden tenerlas.
En la mayoría de los casos, un campo magnético juega un papel en la generación de auroras. Las partículas se aceleran a lo largo de las líneas del campo magnético antes de depositarse en la atmósfera.
Futuras misiones
Es posible que se esté produciendo un proceso similar en Urano. Sin embargo, Urano tiene un campo magnético fuera de eje, haciendo a estas auroras mucho más complejas que cualquiera de las que hayamos observado en el Sistema Solar.
Futuras observaciones del Chandra ayudarían a mapear las ubicaciones de las emisiones de rayos X en Urano. No obstante, con nuestra generación actual de instrumentos no es posible realizar observaciones más detalladas que caractericen las fluctuaciones en la emisión. Los próximos observatorios, como el Athena de la ESA o el Lynx de la NASA, estarán en mejores condiciones de determinar lo que ocurre.