Pareciera ser cada vez más innegable, los impactos que vienen día a día gracias al cambio climático. Sin embargo, mientras aún se debate su existencia, o la posibilidad de que las actividades del hombre aceleren los efectos de este, algo es seguro, y es que la selva amazónica está en grave riesgo gracias a los fenómenos meteorológicos que han estado cambiando su comportamiento típico durante los últimos años, pues esta vez es muy probable que fuertes sequías azoten a este pulmón de la tierra.
una nueva investigación internacional, dirigida por la Universidad de Leeds, indica que un área extensa en el oriente del Amazonas tendrá que hacer frente a una grave desecación a finales de siglo, esto sólo si no se logran implementar y llevar a cabo las medidas requeridas para regular las emisiones de CO2.
Cabe destacar, hoy ya se cuenta con evidencias de que varias zonas del amazonas están pasando por un fuerte estrés hídrico, lo que se traduce en un aumento de posibilidades para que se generen incendios forestales. De igual forma, estas sequías podrían tener consecuencias de gran alcance para el ciclo del agua, la biodiversidad y la población que vive en esta zona megadiversa.
Por su parte, la doctora Jessica Baker, de la Escuela de Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Leeds, manifestó lo siguiente.
“La gente de Brasil y de todo el mundo está preocupada, y con razón, por el futuro de la Amazonia y por su valiosa reserva de carbono y biodiversidad. La Amazonia está en peligro por la doble amenaza de la deforestación y el cambio climático”.
“Este nuevo estudio arroja luz sobre cómo es probable que cambie el clima de la Amazonia en un escenario de calentamiento extremo. Debería hacer sonar la alarma para los gobiernos de todo el mundo de que este recurso mundial vital no debe darse por sentado –advierte–. Proteger y ampliar los bosques existentes -que absorben y almacenan carbono- es de suma importancia para combatir el cambio climático”.
Finalmente, el doctor Caio Coelho, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, agregó que “es importante entender cómo podría cambiar el clima de la Amazonia en el futuro; este estudio muestra que la reducción de las precipitaciones en la estación seca en algunas partes de la Amazonia podría ser similar a la desecación observada durante las grandes sequías amazónicas de 2005 y 2010, que causaron la mortalidad generalizada de los árboles y tuvieron importantes repercusiones para las comunidades amazónicas”.