Un destacado astrónomo de Harvar que dirigía un equipo internacional de científicos anunció el lunes una nueva iniciativa para buscar evidencia de tecnología construida por civilizaciones extraterrestres.
El “Proyecto Galileo”, prevé la creación de una red global de telescopios, cámaras y computadoras de mediana potencia para investigar objetos voladores no identificados, y hasta ahora ha sido financiado con 1.75 millones de dólares de donantes privados.
“El impacto de cualquier descubrimiento de tecnología extraterrestre en la ciencia, en nuestra tecnología y en toda nuestra visión del mundo sería enorme”, agregó en un comunicado.
El proyecto cuenta con investigadores de Harvard, Princeton, Cambridge, Caltech y la Universidad de Estocolmo.
El anuncio se hace un mes después de que el Pentágono publicara un informe sobre fenómenos aéreos no identificados que indicaba que su naturaleza no estaba clara.
“Lo que vemos en nuestro cielo no es algo que los políticos o el personal militar deban interpretar, porque no fueron preparados como científicos, es para que la comunidad científica lo averigüe”, dijo Loeb, y agregó que esperaba que la financiación del proyecto se multiplicara por diez.
Además de estudiar los ovnis, el Proyecto Galileo quiere investigar los objetos que visitan nuestro sistema solar desde el espacio interestelar y buscar satélites extraterrestres que puedan estar sondeando la Tierra.
Loeb se refiere a esta investigación como una nueva rama de la astronomía que él llama “arqueología espacial”, destinada a complementar el campo de la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), que busca principalmente señales de radio extraterrestres.
Estos esfuerzos requerirán colaboraciones con observatorios astronómicos ya existentes y nuevos, incluida la del Observatorio Vera C. Rubin actualmente en construcción en Chile, que estará operativo en 2023 y es esperado con impaciencia por la comunidad científica.
Loeb, un israelí-estadounidense de 59 años, ha publicado cientos de artículos pioneros y colaboró con el fallecido Stephen Hawking, pero desató una polémica al sugerir que un objeto interestelar que pasó brevemente por nuestro sistema en 2017 podría haber sido una sonda extraterrestre impulsada por vientos solares.
Expuso sus argumentos en artículos científicos y en el libro “Extraterrestre: La Humanidad ante el primer signo de vida inteligente más allá de la tierra”, que lo puso en desacuerdo con muchos colegas de la comunidad astronómica.
Eso explica el nombre del nuevo proyecto, el del astrónomo italiano Galileo Galilei, quien fue denostado cuando proporcionó evidencia clave de que la Tierra no estaba en el centro del Universo.
El cofundador del proyecto, Frank Laukien, un profesor visitante del departamento de química y bioquímica de Harvard, se declaró a sí mismo el “escéptico residente”.
Pero dijo que, en lugar de descartar las ideas por completo, era necesario “registrar e interpretar los datos de manera agnóstica de acuerdo con el método científico”.