La lluvia de estrellas de las perseidas está en marcha y los mejores días para contemplar estos meteoros son el 11, 12 y 13 de agosto. Se trata de una de las lluvias de estrellas más abundantes y espectaculares del año, para muchos la mejor del hemisferio norte.
En algunas ocasiones, debido a la confluencia de diversas condiciones, se pueden observar más de 100 meteoros por hora. En este caso se esperan cerca de 60 en los días pico. Esta cantidad irá disminuyendo progresivamente y las perseidas dejarán de atravesar los cielos del planeta cerca del 24 de agosto.
Las lluvias de estrellas duran varias semanas y por ello en este caso los avistamientos de las perseidas se mezclarán con los meteoros de las deltas acuáridas que siguen apareciendo en el firmamento estas fechas, aunque en cantidades muy bajas.
Las perseidas se aprecian mejor en el hemisferio norte, especialmente en las horas tempranas de la mañana. La ausencia de luna hará que este año sea especialmente bueno. Lo recomendable es salir de las ciudades, lejos de la contaminación lumínica, a un lugar donde no haya nubes.
Las perseidas, también llamadas “lágrimas de San Lorenzo”, provienen del cometa 109P/Swift Turtle, descubierto por Swift y Turtle en 1862. Toman su nombre de la constelación de Perseo, de la cual aparentan “caer”. Perseo es uno de los principales héroes griegos, asesino de monstruos e hijo de Zeus (metamorfoseado en gota de oro) y la princesa Danae. Hay quien ha visto en la lluvia luminosa de las perseidas una imagen emblemática de la lluvia dorada con la que Zeus logró infiltrarse a la cámara resguardada de la princesa Danae.
Los expertos recomiendan tomarse una buena cantidad de tiempo (alrededor de una hora por lo menos) para que los ojos puedan acostumbrase a la oscuridad y así se pueda avistar más meteoros y disfrutar de la ocasión. No hay duda que la contemplación del firmamento se beneficia de un ritmo más relajado y lento. Salir a la naturaleza para realizar un poco de contemplación es sin duda una de las actividades más apropiadas en este tiempo, en el que en estas circunstancias es recomendable evitar lugares cerrados y concurridos.