Un grupo de científicos desarrolló un saco de dormir de alta tecnología que podría prevenir los problemas de visión que experimentan algunos astronautas mientras viven en el espacio.
En gravedad cero, los fluidos flotan en la cabeza y aplastan el globo ocular con el tiempo.
Este es uno de los problemas que más riesgo genera para los astronautas, y algunos expertos están preocupados porque podría comprometer las misiones a Marte.
Los sacos tienen una tecnología que succiona el líquido de la cabeza hacia los pies.
El responsable de su desarrollo es Benjamín Levine, un profesor de medicina interna del Southwestern Medical Center de la Universidad de Texas, y quien busca que el dispositivo se utilice en la Estación Espacial Internacional (EEI).
La NASA documentó problemas de visión en más de la mitad de los astronautas que sirven en la EEI. Algunos generaron hipermetropía, tenían dificultades para leer y, en ocasiones, necesitaban apoyo de otros miembros de la misma tripulación para completar tareas de experimentación.
“No sabemos qué tan graves podrían ser los efectos en un vuelo más largo, como una operación a Marte de dos años”, dijo el profesor Levine, quien también es director del Instituto de Medicina para el Ambiente y Ejercicio, un programa del Southwestern Medical Center en conjunto con el hospital Texas Health Presbyterian de Dallas.
Aunque en la Tierra la presión cerebral de una persona acostada es ligeramente más alta que en alguien que está en el espacio, cuando se pone de pie se suaviza, algo que nunca sucede con los astronautas en la gravedad cero.
El saco para dormir, desarrollado junto a la manufacturera de equipo de exteriores REI, se ajusta a la cintura de la persona, y encierra la parte inferior de su cuerpo en un marco sólido.
Es entonces cuando un dispositivo de succión, que funciona bajo el mismo principio que una aspiradora, crea una diferencia de presión que atrae el líquido hacia los pies. Esto evita que se acumule en el cerebro y genere una presión dañina al ojo.