La Agencia Internacional de la Energía en su ultimo informe, prevé que, para 2026, las fuentes de energías limpias aumentará más del 60 % frente a niveles de 2020. La cifra supone un aumento del 40 % frente a la anterior.
Con la construcción de granjas solares, turbinas eólicas y otras fuentes de energía renovable, este sector se verá en aumento durante los próximos cinco años a medida que los países establezcan políticas climáticas más estrictas y objetivos de emisiones más ambiciosos.
Según el nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), este año la nueva capacidad de electricidad renovable establecerá otro récord de 290 gigavatios. En comparativa esto es equivalente equivalente a construir casi 300 reactores nucleares o casi 150 presas como la Hoover, y todo esto a pesar de los problemas de la cadena de suministro global, el aumento de los costes de los materiales y las restricciones por el coronavirus (COVID-19).
Hasta 2026, la capacidad global de estas fuentes libres de carbono aumentará más del 60 % frente a los niveles de 2020, según proyecta esta organización de investigación intergubernamental. Eso sumará unos 4.800 gigavatios, a la par con todas las plantas nucleares y de combustibles fósiles del mundo en la actualidad.
La construcción de nuevas plantas eólicas y solares no implica que las renovables estén sustituyendo a los combustibles fósiles, porque la demanda de energía también está aumentando. Aún queda por ver cuándo las fuentes libres de carbono se convertirán en la fuente dominante de electricidad a nivel mundial y cuándo comenzarán a reemplazar rápidamente al carbón, al gas natural y a otras fuentes contaminantes.
Las estimaciones sobre las renovables de la IEA para 2026 suponen un cambio sustancial al alza, más de un 40 % más que sus proyecciones del año pasado. Entre otras cosas, la agencia cita la mejora de la economía, el aumento de los compromisos nacionales de reducción de emisiones antes de la reciente conferencia climática de la ONU y los desarrollos y políticas nacionales.
Ahí se incluyen el compromiso de China de lograr cero emisiones netas de carbono para 2060; la extensión de Estados Unidos de los créditos fiscales federales como parte del proyecto de ley Build Back Better, que la Cámara baja estadounidense ya aprobó; y los esfuerzos tanto nacionales como corporativos para cumplir con las políticas y objetivos de las emisiones dentro de la Unión Europea. China, Europa, EE. UU. e India representarán casi el 80 % de la capacidad renovable adicional.
Sin embargo, a pesar del impulso de la capacidad de generación de las energías renovables, el mundo todavía está muy lejos del objetivo de construir un sector de energía neta cero, que es justo lo que necesitamos para frenar el calentamiento global. Para que las naciones se encaminen hacia ese escenario para 2050, las adiciones anuales promedio de renovables deberán duplicar el nivel que la AIE espera ver en los próximos cinco años.
Entre otras cosas, es probable que eso requiera políticas y objetivos climáticos mucho más agresivos; reducir aún más el precio de la fuente eólica, solar y otras libres de carbono; y el rápido desarrollo de tecnologías adicionales necesarias para equilibrar la proporción creciente de las energías renovables fluctuantes en la red.