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Unifin, es la empresa de arrendamiento más grande de México, y tiene a sus inversionistas en colapso nervioso, pues estos mismos están vendiendo rápidamente sus bonos de deuda al desplomarse 34%, pues la empresa está pagando el precio del incumplimiento de Crédito Real a principios de este mes y de un error contable de Alpha Holding que la llevó a declararse en quiebra el año pasado. Aunque Unifin no ha revisado su contabilidad ni sus estados financieros, a los inversionistas les preocupa que la caída de dos de los principales prestamistas no bancarios de México dificulte a la empresa acceder al mercado de bonos en el extranjero y refinanciar la deuda que vence el próximo año.

Jerde no pasa desapercibida, pues acaba del anunciar que Andrés Shapiro liderará la nueva oficina para Latinoamérica, ubicada en Ciudad de México. Se trata del icónico estudio de diseño urbano y despacho de arquitectos californiano, pionero en el concepto de placemaking. La firma se destaca por diseñar un estilo arquitectónico centrado en las personas y las experiencias, lo que hace que cada uno de sus desarrollos sean destacados a nivel internacional. Con la nueva dirección se busca entender las necesidades de los desarrolladores y constructores, un sector que está despegando tras el impacto de la pandemia. La firma cuenta con seis premios ULI Global Awards for Excellence.

De los 24 ganadores de la novena edición de los Premios LARA (Latin America Research Awards), los cuales son organizados por Google, que en México dirige Julian Coulter, y que reparten 500 mil dólares entre los seleccionados. Dos proyectos mexicanos forman parte de ellos. El primero es un sistema de apoyo a la decisión médica para el diagnóstico de arritmias cardiacas, desarrollado por Jonathan R. Torres Castillo, alumno de la UNAM. El otro es una clasificación clínica automática de objetivos múltiples y descubrimiento de biomarcadores en cáncer, el cual fue desarrollado por Sarah Ayton, quien es alumna del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Ucrania, ¿Conflicto territorial o conflicto de intereses? Hunter Biden, el hijo del presidente estadounidense, Joe Biden, admitió que probablemente fue reclutado para el consejo de administración de la empresa ucraniana Burisma, que provocó críticas contra su padre el año pasado, porque vieron su nombre como “oro”. La Red Internacional de Verificación (IFCN, por sus siglas en inglés), a la que también pertenece EFE Verifica, expertos en política ucraniana mostraron un amplio acuerdo en que la decisión de Hunter Biden de convertirse en director de Burisma mientras Joe Biden era vicepresidente en el Ejecutivo de Barack Obama presentó un grave conflicto de intereses. Aunque en la investigación por parte de los demócratas que es a quien pertenecen los Biden señala que Hunter no es Director desde 2019, lo cierto es que vuelve a resonar su nombre en estos días.

Credit Suisse, es un banco suizo que ha empezado sonar en el mundo y no para bien, pues resulta que una investigación con el nombre de “Suisse Secrets”, reveló que durante años guardó dinero de personas ligadas a la corrupción procedentes de todo el mundo, entre ellos empresarios sancionados o violadores de los derechos humanos, por un valor conjunto de unos $100,000 millones de dólares. Dicha investigación corre por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y el centro de investigación Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP). Entre los dueños de cuentas se encuentran el exviceministro de energía venezolano Nervis Villalobos; los hijos del expresidente egipcio Hosni Mubarak, Alaa y Gamal Mubarak; el rey Abdulá II de Jordania; o los hijos de un funcionario de inteligencia paquistaní, Akhtar Abdur Rahman Khan, que ayudó a canalizar dinero de E.U. y otros países a los muyahidines en Afganistán en los 80.

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