Dar likes, chatear, salir en citas, ghostear (como se conoce cuando alguien te deja de hablar sin dar razón alguna, como un “fantasma”): las citas en la era de internet pueden llegar a ser un pesado y deprimente trabajo, el cual deja a muchas personas solteras sintiéndose exhaustas.
Andy Hong se siente como si estuviera conociendo a la misma mujer una y otra vez en las aplicaciones de citas online: mujer graduada de una pequeña escuela de Nueva Inglaterra (como se conoce a la región nordeste de EE.UU.) que le gusta esquiar y practicar deporte.
El chico de 28 años dice que no tiene ningún problema con este tipo de mujeres, pero dice que no está generando necesariamente una conexión con ninguna de ellas, y sabe que hay todo tipo de personas ahí afuera con las cuales él podría disfrutar de una relación romántica.
La repetición le parece pesada, pero la aplicación Hinge le sigue recomendando personas del mismo tipo. “Le apuntan a un tipo, y te ofrecen un tipo”, dice Hong, quien vive en Boston, sobre Hinge.
La experiencia ha dejado a Hong con lo que él llama “fatiga de decisiones”, o como otros lo llaman: “agotamiento de las aplicaciones de citas”.
Citas en línea, ¿una experiencia agotadora?
Es un fenómeno prevalente en el mundo de las citas en línea. Las personas se cansan del sinfín de opciones potenciales disponibles en las aplicaciones.
Muchos usuarios se frustran con el tiempo que pasan en línea, a comparación del tiempo que pasan saliendo en citas de verdad.
“Desde una perspectiva de números puros, de unas 10 personas con las que hipotéticamente saldrías en citas, tendrás a lo mejor una conversación sólida con siete u ocho de ellas”, dice usuario. “De esas siete u ocho, podrás terminar en una o dos citas”.
Sin embargo, hoy en día es difícil que las personas solteras no se enfrenten al mundo de las citas digitales: a pesar de que muchos saben que es un trabajo difícil y, potencialmente desilusionante.
Según un estudio de 2019, las citas en línea son ahora una manera mucho más probable para conocer pareja que un encuentro casual.
Pero puede tener consecuencias: una encuesta reciente hecha por la aplicación de citas británica Badoo mostró que más del 75% de las personas solteras sintieron agotamiento después de interacciones poco gratificantes y “matches” poco adecuados en plataformas y apps.
Investigaciones hechas por Hinge también encontraron que una parte significativa de sus usuarios (61%) se sentían abrumados por el proceso de citas en la actualidad, y un estudio de abril reveló que cuatro de cada cinco adultos “había experimentado algún tipo de fatiga emocional o agotamiento de las citas online.”
Y aún así, las personas siguen usando las citas online para conseguir parejas potenciales. Pareciera que, independientemente de qué tan mala sea la experiencia, las aplicaciones siguen siendo una de las maneras más fáciles de conocer gente con intenciones románticas en un mundo que poco a poco se traslada a la web.
Si las personas se van a mantener en estas aplicaciones para buscar citas, ¿hay maneras de mitigar el trabajo exhaustivo?
“Tanto por lo que hay que atravesar”
De manera simple, el agotamiento de las aplicaciones de citas se refiere al cansancio que llega después del uso prolongado de estas, dice Nora Padison, una terapeuta de Baltimore, en EE.UU.
Existen señales básicas para identificar este tipo de fatiga: cuando un usuario asocia sentimientos negativos a las aplicaciones de citas; cuando el acto de usar la aplicación y el proceso de citas que le sigue les deja exhausto; y cuando se siente como si fuera “un segundo trabajo”, dice Padison, quién ha liderado dos “grupos de apoyo para citas modernas” para adultos entre 25 y 35 años.
Según las investigaciones de Leah LeFebvre, una profesora asociada de estudios de comunicaciones de la Universidad de Alabama, más de la mitad de un grupo de 395 usuarios de Tinder a los que entrevistó en 2017 había desinstalado la aplicación varias veces.
En casi el 40% de esos casos, era porque el usuario había iniciado una relación. Pero 35% de los participantes dijeron que se deshicieron de la aplicación porque se “sintieron poco exitosos”.
Esto quiere decir que “no tuvieron respuestas, o matches, o posibles parejas o experiencias negativas”, le dijo LeFebvre a medios en un correo. Algunos simplemente se “aburrieron” o “cansaron” de usar la aplicación; otros encontraron que “no tenía sentido”, todos síntomas de agotamiento de las aplicaciones de citas.
“Me siento agotada a veces cuando siento que tengo que pasar por literalmente 100 personas para encontrar a alguien al que considere moderadamente interesante, o a alguien al que quisiera por lo menos hablarle”, dice Rosemary Guiser, una terapista del habla de 32 años basada en Filadelfia, EE.UU. “Se siente como que hay tanto por lo que hay que atravesar”.
Guiser comenzó a usar aplicaciones como Bumble y Hinge cuando terminó una relación en enero, aunque su primera experiencia con aplicaciones de citas fue en 2013 y 2014 con OkCupid y Tinder. Dice que comenzó a sentirse agotada con las aplicaciones “casi inmediatamente” desde que las abrió.
“El proceso de hablar con alguien, planear para encontrarse con ellos, luego encontrarse con ellos, es mucho tiempo y trabajo”, dice Guiser. Además, agrega que no le gusta chatear en las aplicaciones porque esas conversaciones de texto no ofrecen una visión real de la otra persona.
“Puedes tener una gran conversación con alguien, pero luego los conoces y en 10 segundos te das cuenta que no es una persona a la que querrías conocer”, dice, lo que representa una pérdida de tiempo. También puede ser un desencanto emocional darse cuenta que la persona que parecía ser un candidato ideal en línea, no existe en la vida real.
El diseño y los problemas de comportamiento
El diseño de las aplicaciones de citas también puede causar frustraciones para los usuarios exhaustos.
Guiser se cansó de que elementos que hubieran hecho mejor su experiencia con las aplicaciones requirieran pago, algo que ella decidió no hacer. Por ejemplo, dijo que lo primero que revisa en una potencial pareja son sus creencias políticas. Pero en Bumble, dice, tienes que pagar para filtrar a las personas basándote en estas características.
Y como no está pagando, “tiene que atravesar decenas y decenas de personas a las que no les daría ni una segunda mirada”.
También puede ser difícil navegar distintas aplicaciones de citas al tiempo, pero muchos usan más de una porque sienten que les da mejores oportunidades de encontrar una pareja. Brincar entre las diferentes interfaces puede ser un problema. “Me acostumbré a la interfaz de una, y después me voy a la de la otra y es como ‘ups, acabo de descartar a alguien que me gustaba’ o ‘le acabo de dar super like a alguien cuando lo único que quería era ver sus fotos'” dice Guiser.
Y luego está la dificultad de interactuar con las potenciales parejas. Esa parte del proceso abre otra cantidad de experiencias desmotivadoras, debido a que muchos tienen la inclinación de actuar de manera irrespetuosa en las citas en línea.
Por ejemplo, una encuesta de la plataforma de citas Plenty of Fish de 2016 encontró que entre 800 millenials saliendo en citas, el 80% había sido víctima de ghosting durante el proceso.
Como existe una pantalla mediando en las interacciones entre persona y persona, es más difícil ver como un ser humano a la persona con la que se están comunicando, se vuelven más bien personajes en el juego de las citas online, lo que hace más fácil tratarlos de una manera inhumana.
Las mujeres particularmente se enfrentan a la ferocidad del acoso en las aplicaciones de citas: un 44% de usuarias de menos de 35 años han reportado haber sido insultadas con alguna palabra ofensiva y el 19% han reportado recibir amenazas de daño físico, según el centro de investigación Pew.
La doctora Joan Orlando, una investigadora y autora enfocada en bienestar digital basada en Australia, asegura: “Creo que juegan más con las personas en línea”, sugiriendo que no todas las personas usando las aplicaciones están ahí para buscar una cita.
Incluso aquellos que sí lo están, pueden ser crueles con otros, ya sea de manera intencional o simplemente porque es demasiado trabajo tratar a todo el mundo con niveles equiparables de humanidad. El repetido maltrato en línea puede contribuir a los sentimientos de negatividad y agotamiento con estas aplicaciones.
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¿Quedarse o tomarse un descanso?
Pero incluso a pesar de la fatiga, muchos, como Hong, se mantienen en las aplicaciones.
“Podrías comparar las aplicaciones un poco a Amazon o Facebook”, dice Padison, “en que como son tan asequibles, se ha convertido más en costumbre” usar las aplicaciones de citas que conocer personas de otras maneras, así los usuarios no estén encantados con las plataformas.
La pandemia de covid-19, agregó, también acostumbró a las personas a las interacciones en línea, y creó en muchos la necesidad de escudriñar a sus pretendientes antes de conocerles en la vida real.
Tampoco es fácil conocer parejas románticas en espacios físicos, particularmente para las personas que no están acostumbradas a sentarse en bares. Padison sugiere encontrar actividades grupales para conocer personas con intereses parecidos, pero eso no siempre funciona. Hong, por ejemplo, dice que se unió a un jardín comunitario, pero “soy el más jóven ahí por décadas… esta no es la manera en la que voy a conocer a alguien”.
Más bien, está buscando maneras para hacer la experiencia de las citas por aplicaciones más eficiente: “Estoy a la caza de ‘banderas rojas’ (comentarios o acciones acerca de alguien que puedan considerarse como ‘alarmantes’), dice, aprendiendo a identificar rápidamente aspectos del perfil de una persona que puedan mostrar que no es la indicada para él. Pero eso en sí mismo puede llegar a ser agotador.
“Estar juzgando constantemente, buscando minas, eso también cansa la mente”, dice.
La experta en relaciones de Bumble Caroline West sugiere tomar las aplicaciones con mayor intencionalidad. “La mayoría de las personas en Bumble dicen que ahora son más frontales con sus matches sobre lo que quieren”, dice.
Recomienda que los usuarios se limiten a sí mismos a conectar con dos o tres posibles candidatos a la vez para enfocarse en la calidad, más que en la cantidad. Bumble además tiene una herramienta para ayudar a los usuarios fatigados a “poner a dormir” su actividad para que puedan tomarse un descanso y avisarle a sus posibles contactos que están haciéndolo.
Para algunas personas, una pausa de las citas es exactamente lo que necesitan. Padison dice que ha hablado con algunos clientes que enfrentan problemas de agotamiento de las aplicaciones de citas sobre la posibilidad de eliminarlas del todo y tomarse algo de tiempo para trabajar en sí mismos.
Guiser ha dejado de usar las aplicaciones de citas porque ahora sale con alguien. No están en una relación exclusiva, así que puede seguir buscando otras posibles parejas en las aplicaciones. Pero le ha dado la bienvenida a la posibilidad de tomarse un descanso.
Después de todo, cuando estaba usando las aplicaciones, entró en la mentalidad tóxica de “nunca voy a encontrar a alguien si no uso esto de manera realmente agresiva”. Lo único que logró fue sentirse mal consigo misma y con toda la experiencia.
Tuvo que aprender estrategias para enfrentar el hecho de que las citas le afectaban, como hacerse a sí misma ciertas preguntas para saber si estaba en un buen lugar antes de empezar a revisar las aplicaciones.
“¿Estoy disfrutando esto, o solo lo estoy haciendo porque me siento solitaria y me siento miserable?”, dice. “Estaba intentando frenarme antes de caer en un agujero negro de ver personas y sentirme afectada”. Desafortunadamente, cayó en ese agujero negro demasiadas veces, muchas más de las que considera fueron “buenas experiencias”. Fue ahí cuando aprendió a soltar su teléfono.
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