En 2016 se dio a conocer la eSIM, siendo un formato virtual de SIM que permitirá eliminar la ranura SIM por completo.
Los fabricantes comenzaron a aprovecharla en algunos dispositivos de a poco, y la propuesta atrajo incluso en Apple, que aprovechó esta tecnología en 2018 por primera vez.
Ahora según está planteándose decir adiós a la ranura de SIM tradicional y centrarse específicamente en la eSIM. El cambio es importante para Apple y la industria, pero se enfrenta a varios obstáculos importantes.
Mark Gurman, conocido por acertar en sus predicciones sobre el rumbo que toman productos y servicios de Apple, comentó recientemente cómo la empresa está debatiendo si deshacerse de la ranura SIM física.
En ‘Power On’, este analista explicaba que “Apple le dará a la eSIM un impulso mayor esta vez, con operadoras preparándose para impulsar a los usuarios hacia las tarjetas embebidas y digitales eSIM en lugar de hacia las tarjetas físicas”.
“Apple ha considerado la posibilidad de eliminar la ranura física para la tarjeta SIM a partir de este año o el próximo para algunos modelos”.
Los iPhone 13 por ejemplo soportan múltiples perfiles eSIM entre los que luego ir cambiando, algo útil para los viajeros frecuentes.
Hace tiempo que se habla de esa posibilidad, y desde luego en Apple no ha mostrado miedo a este tipo de cambios en el pasado.
Se deshicieron de la disquetera y más tarde de la unidad óptica en sus Mac sin que les temblara el pulso, e hicieron lo mismo con la polémica eliminación del conector de auriculares en el iPhone 7 en 2016.
La eliminación de esta ranura física le permitiría a Apple mejorar aún más la resistencia del iPhone al agua e incluso liberar algo de espacio en el dispositivo para meter una batería más grande por ejemplo.
A la empresa le gustan ese tipo de cambios que además simplifican la fabricación y evitan dependencias de proveedores y elementos internos, y desde luego la posibilidad parece factible. Y sin embargo aquí la opción parece difícil de poder ser erradicada tan fácilmente.
Los rumores de estos días se unen de hecho a un dato real: la opción de iOS 16 que permite transferir por Bluetooth los datos de una eSIM de un iPhone a otro.
Un indicio importante de lo que puede ser el futuro sin ranura SIM, desde luego.
La idea de poder prescindir de tarjeta SIM física es desde luego interesante, pero seis años después de su presentación lo cierto es que la presencia de la tecnología eSIM en dispositivos móviles es limitada.
Lo demuestra la situación de la eSIM en Europa, donde el soporte está maduro entre las operadoras más importantes, pero no tanto entre las alternativas de bajo costo. El número de modelos y fabricantes que aprovechan la eSIM, no obstante, es bajo.
Apple y Google son protagonistas aquí, mientras que Samsung, Motorola e incluso Huawei la aprovechan también en algunos modelos. La presencia de los fabricantes chinos es anecdótica OPPO es uno de los contemplados entre las operadoras y tampoco hay menciones frecuentes de wearables.
Parece difícil que lo hagan. En primer lugar, porque por ejemplo en España el servicio eSIM que ofrecen las operadoras no se promociona demasiado y parece incluso plantearlo de forma más relevante para wearables (Apple Watch) o para tabletas como el iPad, y no tanto para móviles.
En segundo y más importante, porque como decíamos hay muchos fabricantes que ni siquiera ofrecen la tecnología eSIM en sus terminales. La mayoría de fabricantes chinos la han ignorado hasta ahora y a menudo incluyen bandejas Dual SIM en las que una de las ranuras para tarjetas también sirve para tarjetas de almacenamiento.
Lo cierto es que el rumor es coherente con anteriores decisiones de Apple a la hora de deshacerse de componentes de sus dispositivos, pero el estado actual de aceptación e implantación de la tecnología eSIM parece ir en contra de una estrategia así.