Microsoft ha anunciado este lunes una inversión “milmillonaria” en OpenAI, la desarrolladora de la nueva inteligencia artificial generadora de textos ChatGPT. El acuerdo permitirá a la multinacional incorporar la tecnología de OpenAI a sus productos, como Office o el buscador Bing. Microsoft no ha hecho pública la cifra oficial de la operación, pero múltiples fuentes han filtrado que esta asciende a 10.000 millones de dólares y para una valoración total de OpenAI de 29.000 millones de dólares.
El movimiento forma parte de una gran reformulación de la estrategia de negocio de Microsoft, que apuesta por crear un nuevo ecosistema tecnológico basado en inteligencias artificiales como ChatGPT y DALL-E, un sistema que diseña imágenes a partir de una descripción introducida por el usuario desarrollado también por OpenAI. “Estas innovaciones han cautivado la imaginación y han introducido la IA a gran escala como una potente plataforma tecnológica de uso general que creemos que creará un impacto transformador en la magnitud del ordenador personal, Internet, los dispositivos móviles y la nube”, expone en un comunicado.
Microsoft también citó este cambio de rumbo para justificar su decisión de despedir al 5% de su plantilla la pasada semana. Equivale a unos 10.000 empleados y los finiquitos le costarán 1.200 millones de dólares. “Cuando pienso en este momento, a principios de 2023, pienso en que es la hora del espectáculo. Tanto para nuestro sector y para Microsoft”, afirmaba su presidente, Satya Nadella.
Este acuerdo con OpenAI es el tercero que firma con la desarrolladora, fundada en 2015 por Elon Musk, Peter Thiel y otros grandes inversores de Silicon Valley. En los dos anteriores Microsoft había invertido 1.000 millones de dólares para obtener una posición en la empresa y le concedió acceso ilimitado a sus sistemas de computación en la nube Azure, uno de los más avanzados del mundo. El entrenamiento de modelos de inteligencia artificial como ChatGPT requiere trabajar con enormes bases de datos, con lo que el acceso a la potencia de computación de Azure fue una ventaja competitiva clave para OpenAI.
“Formamos nuestra asociación con OpenAI en torno a una ambición compartida para avanzar responsablemente en la investigación de vanguardia de IA y democratizar la IA como una nueva plataforma tecnológica”, ha afirmado este lunes Nadella: “En esta próxima fase de nuestra asociación, los desarrolladores y las organizaciones de todos los sectores tendrán acceso a la mejor infraestructura, modelos y cadena de herramientas de IA con Azure para crear y ejecutar sus aplicaciones”.
IA para diferenciar su negocio en la nube
El gigante tecnológico cerró su último balance trimestral con un beneficio neto de 17.600 millones de dólares, un 14% menos que en 2021. El retroceso estuvo marcado por el descenso de las ventas de Windows a los fabricantes de ordenadores, cuyo mercado ha caído notablemente tras multiplicarse durante la pandemia. Los ingresos provenientes de Azure crecieron un 24% y ya representan la mitad del dinero que entra en la compañía. No obstante, su crecimiento fue menor al del año anterior (36%) y también a los que disfrutaron los servicios en la nube de Google o Amazon, una fuerte competencia a la que Microsoft quiere imponerse gracias a su acuerdo con OpenAI.
“Los últimos tres años de nuestra asociación han sido geniales”, ha afirmado Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI. “Microsoft comparte nuestros valores y estamos entusiasmados de continuar nuestra investigación independiente y trabajar hacia la creación de IA avanzada que beneficie a todos”, ha añadido. OpenAI se formó en sus inicios como un laboratorio de investigación “sin ánimo de lucro” pero ha derivado en empresa privada dispuesta a revolucionar el negocio de los servicios digitales con inteligencia artificial. Espera tener 200 millones de dólares de beneficios en 2023 y 1.000 millones en 2024.
Los mercados han recibido con pasividad el anuncio. Las acciones de Microsoft subían un 1,7% al cierre de esta información. La multinacional está pendiente de que los reguladores de competencia aprueben otras grandes operaciones de inversión que ha anunciado en el último año, entre las que destaca la adquisición de la desarrolladora de videojuegos Activision Blizzard por 69.000 millones de dólares, la mayor compra de la historia de las tecnológicas.