En 2020, se produjeron alrededor de 3 mil muertes por accidentes de tráfico en Chile. Esto corresponde a unas nueve muertes por cada 100 mil habitantes. Los últimos datos disponibles muestran que el exceso de velocidad es una de las principales causas y contribuye a un número significativo de estas muertes. Por tanto, es importante hacer cumplir los límites y controles de velocidad para aumentar la seguridad vial y reducir las muertes en carretera, que siguen siendo inaceptablemente altas.
El Gobierno y las autoridades responsables ya están trabajando en la implementación de la Ley CATI que busca justamente reducir esas muertes. Por ejemplo, ya existe un amplio sistema de controles de velocidad en carreteras y autopistas y tanto los municipios como el personal de Carabineros utilizan actualmente una combinación de sistemas fijos basados en radares y dispositivos móviles de medición para controlar la velocidad de los vehículos y sancionar las transgresiones
Ha llegado la hora de las nuevas tecnologías
Actualmente, la tecnología utilizada presenta importantes deficiencias y, sobre todo, imprecisiones en la medición. Por ejemplo, hace poco multaron a una mujer que se “encontraba a más de 600 km de su domicilio”, lo que sin lugar a duda socava la confianza de los ciudadanos en la tecnología y en el procedimiento y, adicionalmente, da lugar a numerosos procesos judiciales, ya que los afectados impugnan comprensiblemente las notificaciones de sanción.
Además, cada autoridad puede utilizar su propio sistema, lo que da lugar a una mayor proliferación de equipos sin el control de calidad debido. El gobierno, en la implementación de la ley CATI está buscando una solución uniforme a escala nacional para la vigilancia de la velocidad con un sistema central de “back-office”.
La tecnología Tracking Lidar (Light Detection and Ranging) es una alternativa mejor a la medición de velocidad basada en el radar y actualmente es la más confiable a nivel mundial.
Se basa en el láser pulsado, por lo que se puede escanear toda la carretera varias veces por segundo, lo que proporciona una imagen precisa de la situación del tráfico. Los láseres emitidos por el sistema detectan cada vehículo a una distancia de unos 75 metros y lo rastrean a partir de ahí. A continuación, en la zona comprendida entre 50 y 20 metros, el sistema de medición detecta permanentemente todos los vehículos en todos los carriles. Mediante el envío permanente de ida y vuelta de los rayos láser, se mide la distancia al vehículo y, por lo tanto, la velocidad de movimiento de este y así se determina la velocidad media de cada vehículo a partir de la denominada medición láser del tiempo de vuelo.
Si se produce una infracción, sólo se fotografía al vehículo que circula con exceso de velocidad y no importa si hay mucho tráfico, vehículos que circulan muy cerca unos de otros, o vehículos que cambian de carril. Cada vehículo es rastreado y la infracción queda claramente documentada. Incluso el tráfico y las condiciones meteorológicas no influyen en la calidad de los resultados de las mediciones y de este modo se crean datos digitales a prueba de manipulaciones que garantizan una seguridad jurídica absoluta. El uso de Lidar aumenta significativamente la carga de la prueba y, debido a los excelentes resultados, ha disminuido el número de recursos ante los tribunales.