Lo tienen claro: Ford, la compañía que responsable del primer coche fabricado en serie del mundo, quiere ofrecer también coches capaces de conducirse a sí mismos. Para ello, el fabricante americano creará una compañía llamada Latitude AI que incluirá expertos en inteligencia artificial, robótica, sensores e ingeniería de sistemas.
El objetivo, explica Doug Field, el director de tecnología y desarrollo de productos avanzados de la compañía, es “redefinir la relación entre personas y vehículos”. Se consolidan así ensayos como Ford BlueCruise, un sistema de conducción asistida que Ford lanzó en abril de 2021 en Estados Unidos, permite separar las manos del volante y acumula, explica la marca, “más de 50 millones de km de conducción autónoma” durante los que, siempre según Ford, no se conocen casos de siniestros como los protagonizados por Tesla.
El objetivo final, explica Field, es conseguir que conducir se convierta en una actividad “más segura, menos estresante y más placentera”. En Estados Unidos, calcula Ford, cada conductor pasa al volante unas 100 horas al año. En 2021, y adelantándose al anuncio que realiza ahora, Ford contrató ya a 550 especialistas técnicos para activar este tipo de soluciones.
El anuncio se realiza en paralelo a otro que ha tenido lugar esta misma semana y que adelanta que Ford trabaja en un sistema que permitirá actuar en remoto contra usuarios que no abonen la cuota de renting o la letra de la financiación del coche y que, entre otras cosas, podría permitir bloquear el sistema de encendido del coche o, incluso y si incorpora algún sistema de conducción autónoma, hacer que el vehículo se lleve a sí mismo hasta donde Ford considere.