Los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han alcanzado un nuevo acuerdo para proteger la alta mar y la buena salud de los océanos. Tras casi 20 años de negociaciones, supone un gran avance para garantizar la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en aquellas zonas que se encuentran fuera de las jurisdicciones nacionales.
Del 15 al 26 de agosto del año pasado, tuvieron lugar en Nueva York las penúltimas negociaciones para conseguir un tratado fuerte y ambicioso que proteja el 30% de los océanos antes del año 2030 (el conocido como objetivo 30×30). Únicamente, el 1% de la llamada comúnmente «alta mar» está protegida.
António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), felicitó a los estados miembros por alcanzar este acuerdo histórico:
Rena Lee, presidenta de la Conferencia y embajadora de los océanos de la ONU, dijo lo siguiente tras anunciar el “Tratado de alta mar”:
El texto se adoptará legalmente cuando haya sido revisado por los servicios jurídicos y traducido a los seis idiomas oficiales de la ONU. La alta mar comienza donde terminan las zonas económicas exclusivas de los estados. Por tanto, no está bajo la jurisdicción de ningún estado.
Tratado de alta mar para luchar contra las amenazas de la Tierra
El Tratado de Alta Mar es vital para aplicar el Marco Global de Biodiversidad. Responsabiliza a los países a proteger y conservar al menos el 30% de los océanos. Además, pretende garantizar la restauración del 30% de las zonas degradadas para el año 2030.
António Guterres advierte que el Tratado de Alta Mar es fundamental para luchar contra las amenazas que enfrenta la Tierra -cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad-:
¿Por qué son importantes los océanos?
Los océanos son grandes masas de agua salada que ocupan más del 70% de la superficie de la Tierra, albergando el 97% del agua que existe en nuestro planeta. En la Tierra hay cinco océanos que ocupan toda la extensión del planeta: Pacífico, Atlántico, Índico, Ártico y Antártico.
Los cinco océanos de nuestro planeta albergan millones de especies animales y vegetales que se ven amenazadas por la contaminación marina. Los seres humanos hemos convertido estos ecosistemas acuáticos en auténticos vertederos, provocando de esta manera la contaminación de los océanos.
Hasta la década de los años 70, los seres humanos teníamos una creencia popular equivocada. Debido a las grandes cantidades de agua que podemos encontrar en los océanos, pensábamos que estos tenían la capacidad de poder diluir todos los contaminantes que vertimos al mar sin que hubiera consecuencias para estos medios acuáticos, con la esperanza de que desaparecieran en el fondo de estas grandes masas de agua.
El Objetivo 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecidos en el año 2015 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), decreta lo siguiente respecto a los océanos:
«OBJETIVO 14: CONSERVAR Y UTILIZAR SOSTENIBLEMENTE LOS OCÉANOS, LOS MARES Y LOS RECURSOS MARINOS»
¿Cuáles son las consecuencias de la contaminación de los océanos?
Las consecuencias de la contaminación de los océanos son diversas y numerosas. Las malas prácticas que provocan un mayor impacto en los océanos son: