Los investigadores han acumulado sólidos conocimientos sobre los nanocristales de celulosa, y ahí reside la clave de la purificación del agua. Estas minúsculas nanopartículas tienen una extraordinaria capacidad de adsorción, que los investigadores han encontrado la forma de aprovechar.
Han creado un material de base biológica, una forma de polvo de celulosa con excelentes propiedades de purificación que pueden adaptar y modificar en función de los tipos de agentes contaminantes que se desee eliminar.
Westman y sus colegas han mostrado cómo se pueden filtrar tintes tóxicos de las aguas residuales utilizando el método y el material desarrollados por el grupo.
Esta investigación se llevó a cabo en colaboración con el Instituto Nacional Malaviya de Tecnología en Jaipur, India. En bastantes zonas de ese país los colorantes contaminantes en las aguas residuales de la industria textil son un problema muy extendido.
El nuevo tratamiento no requiere ni presión ni calor y utiliza la luz solar para catalizar el proceso.
Cuando el agua contaminada pasa por el filtro de polvo de celulosa, los agentes contaminantes son atrapados y la luz solar que entra en el sistema de tratamiento hace que se descompongan rápida y eficazmente.
Se trata de un sistema rentable y sencillo de instalar y utilizar, que podría ser muy beneficioso en países donde la depuración del agua es deficiente o inexistente.
Westman y sus colegas exponen los detalles técnicos de su nuevo sistema en la revista académica Industrial & Engineering Chemistry Research, bajo el título “Cellulose Nanocrystals Derived from Microcrystalline Cellulose for Selective Removal of Janus Green Azo Dye”.