Un equipo de astrónomos liderado por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign ha hecho un descubrimiento sorprendente: dos agujeros negros supermasivos activamente alimentándose de gas y polvo a solo 10,000 años luz de distancia el uno del otro
Estos cuásares están al borde de una colosal colisión. Las galaxias anfitrionas de estos cuásares se fusionaron cuando el universo tenía solo 3.000 millones de años. Los investigadores emplearon un conjunto de telescopios espaciales y terrestres para realizar el hallazgo.
Debido al gran espectáculo que el dúo de cuásares produjo en su frenesí de alimentación, los astrónomos tuvieron la oportunidad única de identificar individualmente a cada agujero negro del par, aunque estaban tan cerca el uno del otro. Este sistema dual de cuásares, denominado ‘J0749+2255’, a punto de fusionarse, es muy inusual. Chen de la UI-UC, autor principal del estudio, comenta que “no vemos muchos cuásares dobles en este momento temprano en el universo. Y es por eso que este descubrimiento es tan emocionante”.
La confirmación de este descubrimiento no fue fácil y requirió el uso de una serie de telescopios que cubrieran el espectro desde los rayos X hasta la radio. Shen, coautor de la investigación, señala que “el proceso de confirmación no fue fácil y necesitábamos una serie de telescopios que cubrieran el espectro desde los rayos X hasta la radio para finalmente confirmar que este sistema es de hecho un par de cuásares, en lugar de, digamos, dos imágenes de un cuásar con lentes gravitacionales”.
El resultado de este estudio se publicó este miércoles en la revista Nature. Los telescopios miran hacia el pasado distante, transcurridos más de 10,000 millones de años, por lo que este cuásar doble ya no existe. Sin embargo, posiblemente un gigantesco agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia gigante es lo que quedó después de su completa fusión. Se piensa que el monstruoso agujero negro, de 6,500 millones de veces la masa del Sol, en el centro de la galaxia elíptica gigante M87, surgió de una o más de estas fusiones en los últimos miles de millones de años.
Chen destaca que “conocer la población progenitora de los agujeros negros eventualmente nos informará sobre la aparición de agujeros negros supermasivos en el universo primitivo y cuán frecuentes podrían ser esas fusiones”. Liu, coautor del estudio, agrega que “estamos comenzando a revelar esta punta del iceberg de la población de cuásares binarios tempranos. Esta es la singularidad de este estudio. En realidad, nos dice que esta población existe, y ahora tenemos un método para identificar cuásares dobles que están separados por menos del tamaño de una sola galaxia”.