Dos de las tecnológicas más importantes del panorama mundial como son Google y Amazon sufren en Europa las leyes que protegen a los trabajadores y que impiden despidos masivos al estilo norteamericano.
Los sindicatos y los representantes de los trabajadores han obligado a las dos empresas a parar su ansia de despidos en 2023 para, primero, negociar las salidas y presentar planes de viabilidad.
Francia
Francia arde con la reforma de las pensiones de Macron, pero Google y Amazon no lo tienen más fácil. Alphabet ofrece generosos pagos a los trabajadores que decidan irse y, según Bloomberg, Amazon ofrece a los directivos hasta un año de salario y permiso a sus trabajadores para comprar acciones y que sirvan como bonificaciones.
Francia y Alemania son los dos países de la UE con leyes laborales más estrictas. Google y Amazon están obligadas a tener largas conversaciones con representantes de los trabajadores antes de iniciar los despidos donde se muestra información de la empresa y los posibles recursos que se puedan hacer en el futuro.
La oficina de Google en París da trabajo a 1.600 personas. Ninguna de ellas ha recibido aún el aviso de despido porque la resolución podría tardar semanas en vista de cómo avanzan las conversaciones entre las partes.
Reino Unido
Más fáciles son las cosas para las tecnológicas en Reino Unido. La protección laboral es más laxa y ya hay 500 trabajadores de Google de los 8.000 que forman la plantilla en disposición de salir de la empresa sin dificultades.
En Dublín o en Zúrich ocurre lo mismo y los despidos llegan ya a unos 200 en cada país. En vista de estos problemas, los trabajadores europeos de Google decidieron formar un comité de empresa para Europa con el fin de ser una voz con poder ante futuros cambios laborales.
El excesivo crecimiento de estas empresas y sus problemas de liquidez han llevado a que tengan que adelgazar sus plantillas en los últimos meses. El problema ha llegado cuando han tenido que cruzar el Atlántico y ejecutar salidas en Europa, donde hay diferentes políticas laborales en función de cada país.
De momento, España no solo se salva de los despidos, parece que las inversiones prometidas de empresas como Microsoft o Meta siguen su curso sin anunciar despidos.