En un mundo cada vez más conectado y virtual, la tecnología se ha convertido en un arma de doble filo, pues mientras permite crear nuevas herramientas para prevenir el fraude y la corrupción también proporciona a los criminales nuevas formas para delinquir. Ahora, la pregunta que se hacen los expertos latinoamericanos es cómo afectará el futuro el desarrollo de la inteligencia artificial (IA).
“La tecnología es como un cuchillo”, afirma a la AFP Juan Ignacio Ruiz, presidente de la Asociación Internacional para la Cooperación en la Prevención de Fraude (ICPF), ya que dependiendo de quien lo use puede servir para “comer un buen filete o dañar a una persona”.
Ruiz y otros expertos compartieron sus experiencias con la AFP en el marco del VI Congreso Latinoamericano para la Prevención del Fraude Organizacional (CLAPFO) en la ciudad costarricense de Heredia, vecina a San José. El fraude es actualmente un “problema global” con un costo de 3.600 millones de dólares en el ámbito empresarial, según el Reporte a las Naciones 2022 de la Asociación de Certificadores de Fraude (ACFE), la mayor asociación antifraude del mundo.
La ONG Transparencia Internacional confirma en su Índice de Percepción de la Corrupción 2022 que los niveles “no han variado” durante la última década en el 95 % de los 180 países analizados.
Nuevos desarrollos
La empresa costarricense especializada en prevención del fraude Capacita apuesta a la formación y la tecnología como “las armas más potentes para combatir la corrupción”, según su director, André Barrantes.
“(El fraude) realmente puede repercutir directamente en lo que implica el crecimiento de la organización e inclusive poner en riesgo sus finanzas. A nivel de sector público esto son escuelas, hospitales, estamos hipotecando a nuestra sociedad por este tipo de costo de fraude y corrupción”, dice Barrantes a la AFP.
Destaca que, según datos de la ACFE, cada año el fraude consume el 5 % de los ingresos de las empresas, lo que podría llegar a mermar un tercio de sus ganancias. Europa del Este, Asia Central y Occidental, y América Latina y el Caribe son las regiones donde el fraude genera más pérdidas en las empresas, de acuerdo con la ACFE.
Barrantes propone aprovechar la tecnología para prevenir, detectar y denunciar fraudes, así como adelantarse al desarrollo de la inteligencia artificial para proyectar posibles aplicaciones.
“La IA va a implicar nuevos riesgos de fraude porque va a haber nuevas tipologías”, advierte, “pero no todo es malo”.
Según Barrantes, “la inteligencia artificial, como la tecnología en este momento, se está convirtiendo en un aliado para poderlo combatir”.
Julio Jolly, director de la consultora panameña Global Advisory Solutions, dice que la tecnología hay que verla como inversión y no como gasto y advierte que “la tecnología debe verse como un aliado. Ahora estamos en una era de inteligencia artificial donde ya estamos viendo que ciertas amenazas se están potenciando o se están habilitando con el uso de estos sistemas de inteligencia”.
¿Hasta dónde llegará?
La IA irrumpió como una tecnología cuyos limites todavía se están por determinar y sus aplicaciones, para bien o para mal, están en pleno desarrollo.
“Estamos viendo más temas de inteligencia, respaldo en internet, interacción de inteligencia artificial en la parte cognitiva, donde hay más colaboración entre seres humanos y las máquinas. Esto conlleva que si lo vamos a seguir impulsando no debemos descartar el tema de minimizar riesgos”, indica Jolly.
El experto considera que la IA puede tanto ayudar a hacer un fraude como a prevenirlo, por lo que es importante la formación en programación y en educación tecnológica para seguir el paso de la evolución.
“Nos pone en una gran desventaja ante los delincuentes porque ya no hay fronteras y desde cualquier parte del mundo, gobiernos, empresas, personas, pueden ser altamente vulneradas”, dice Jolly.