Asteriode pasa rozando la Tierra sin ser detectado hasta dos días después

El 15 de julio, los científicos encargados de monitorear el espacio exterior se dieron cuenta de que un asteroide había rozado la Tierra dos días antes. El impacto del meteoro pudo haber sido una tragedia, pero afortunadamente, pasó a menos de 100 mil kilómetros de distancia y no representó un riesgo para nuestro planeta.

El asteroide, conocido como 2023 NT1, tiene el tamaño de un rascacielos de 20 pisos y se estima que es tres veces más grande que el que impactó la región rusa de Chelyabinsk en 2013, causando 1,500 heridos. Sin embargo, los expertos aseguran que este recién descubierto cuerpo celeste no hubiera sido una amenaza para la Tierra.

El avistamiento del asteroide se produjo gracias al telescopio del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), ubicado en Sudáfrica. Este observatorio pudo identificar al asteroide mientras se alejaba del Sistema Solar.


A pesar de la avanzada tecnología en astronomía, los científicos admiten que el Sol puede crear puntos ciegos en la observación espacial, lo que dificulta la detección de cuerpos celestes cercanos a la Tierra. Por suerte, en este caso, el asteroide pasó sin causar daños, pero el incidente destaca la importancia de continuar mejorando los sistemas de monitoreo espacial para proteger nuestro planeta de posibles amenazas cósmicas.

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