China ha dado un paso audaz en el ámbito de la supercomputación con la presentación de un nuevo superordenador que podría estar a la vanguardia del poder computacional mundial. Aunque aún no se han divulgado todos los detalles sobre sus capacidades, las señales sugieren que esta máquina podría superar la barrera de la exaescala. Este avance destaca la importancia de estos dispositivos en el desarrollo científico y tecnológico de un país y plantea nuevas cuestiones geopolíticas.
Actualmente, el superordenador más potente del mundo es Frontier, ubicado en el Laboratorio Nacional Oak Ridge de Estados Unidos. Este sistema utiliza procesadores AMD EPYC 64C y aglutina 8,7 millones de núcleos, logrando una potencia exaescalar de 1,1 exaFLOPS. Europa también se encuentra en la carrera con su propio proyecto exaescala llamado JUPITER, que será construido en el Centro de Supercomputación Jülich en Alemania.
China no se queda atrás en esta competencia. El país asiático es conocido por su capacidad en supercomputación y ya cuenta con el Sunway Oceanlite, un sistema con una potencia estimada de 1 exaFLOP que entró en funcionamiento en 2021. Ahora, se espera que este nuevo superordenador chino, cuyas especificaciones aún están bajo velo, eleve aún más el listón.
En el epicentro de la supercomputación china se encuentra el Centro de Supercomputación Nacional, que ha sido responsable de los logros notables en este campo. La opacidad en cuanto a detalles técnicos caracteriza a los superordenadores chinos más avanzados, pero la información disponible sugiere que esta nueva máquina podría contar con procesadores Sunway derivados de la CPU SW26010, la cual vio la luz en 2021.
Quizás lo más asombroso es que este superordenador estaría compuesto por 49.230 nodos y un total de 19,2 millones de núcleos, según informa Supercomputing.org, una fuente confiable. Aunque su rendimiento exacto no ha sido divulgado, es razonable asumir que supera la potencia del Sunway Oceanlite, lo que hace muy probable que haya superado la barrera de la exaescala.
En el contexto de tensiones geopolíticas y rivalidades tecnológicas, la revelación de este superordenador chino podría desencadenar nuevas preocupaciones para la alianza liderada por Estados Unidos. A medida que los superordenadores convencionales y los ordenadores cuánticos desempeñan un papel crucial en el panorama tecnológico global, esta “carrera fría” en el ámbito de la supercomputación adquiere un protagonismo indiscutible en el escenario mundial.
