En la alcaldía Benito Juárez, Luis Mendoza, candidato por la coalición “Va X la CDMX”, hace un llamado enérgico al Gobierno de la Ciudad de México. Con una preocupación palpable por el bienestar de los residentes, Mendoza pide acciones concretas y transparentes para resolver la crisis de salud pública derivada de la distribución de agua contaminada, un problema que, según él, ha sido ignorado y mal manejado por las autoridades actuales.
El descontento de los vecinos de Benito Juárez no ha pasado desapercibido; reportes de agua con olores a gasolina y una apariencia sucia han inundado las oficinas de quejas, señalando una negligencia que pone en peligro la salud de miles. Mendoza critica duramente al Gobierno de la CDMX por lo que él considera una simulación de acciones gubernamentales que, lejos de solucionar, podrían agravar la situación.
El candidato destaca la llegada de más de 700 funcionarios de diversas dependencias a Benito Juárez, uniformados de manera similar a los miembros del partido Morena, como una maniobra política irresponsable en tiempos donde la seguridad de los ciudadanos debería ser la prioridad. Este acto ha sido catalogado por Mendoza como una violación a las leyes electorales y una clara muestra de desinterés por la crisis actual.
A pesar de la presencia del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) y sus intentos por justificar la recolección de muestras de agua en la zona afectada, Mendoza subraya la falta de un enfoque adecuado para abordar el problema, sugiriendo que las acciones actuales son insuficientes y carentes de un verdadero deseo de encontrar una solución.
Frente a lo que él describe como actos de “simulación, distracción y opacidad”, Luis Mendoza exige transparencia en los resultados de las pruebas de laboratorio y una participación gubernamental que se aleje de los intereses electorales, centrándose en las necesidades inmediatas de la población. Con firmeza, el candidato asegura que las maniobras políticas no tendrán impacto en el resultado de las próximas elecciones el 2 de junio, confiando en que la respuesta de los ciudadanos reflejará su descontento y demanda por un cambio real.