Peces Cebra en Órbita
En un hito significativo para la ciencia espacial, China ha enviado peces cebra al espacio como parte de la misión Shenzhou-18, que despegó el pasado 25 de abril rumbo a la estación espacial Tiangong. Acompañados por tres astronautas humanos, estos peces zebra, junto con algas, son parte de un proyecto científico destinado a estudiar la vida en condiciones de microgravedad.
¿Por Qué Peces en el Espacio?
La presencia de estos peces cebra a bordo de la Estación Espacial China no es un capricho, sino un paso importante en la investigación científica. En los últimos tres años, la estación ha sido el escenario de cerca de cien experimentos, y con la llegada de la misión Shenzhou-18, esta tendencia continúa. Los peces cebra, junto con la planta acuática hornleaf, son parte de un estudio destinado a observar el comportamiento de un ecosistema acuático en el espacio.
Un Ecosistema en Miniatura
Los peces y las algas se encuentran en una pecera sellada y especializada que permite la fotosíntesis, proceso por el cual las plantas proporcionan el oxígeno necesario para la supervivencia de los peces en el ambiente cerrado de la estación espacial. Este ecosistema cerrado es vital para los estudios sobre cómo se sostiene la vida en condiciones extraterrestres y qué ajustes podrían ser necesarios para futuras misiones de larga duración o colonizaciones espaciales.
Implicaciones para la Salud Humana
Lo que hace especialmente interesante al pez cebra para los científicos es su notable similitud genética con los humanos, con más del 70% de su genoma compartido con el nuestro. Este aspecto hace que el pez cebra sea un modelo excelente para estudiar problemas de salud humana en el espacio, como la pérdida ósea y la atrofia muscular, problemas comunes en ambientes de microgravedad.
Estudios de Vertebrados en el Espacio
Además de su valor como modelo biológico, el pez cebra es notable por ser uno de los pocos vertebrados, aparte de los humanos, en visitar una estación espacial. El equipo detrás de la misión espera que el estudio de estos peces en el espacio ayude a entender mejor cómo la microgravedad afecta a los vertebrados en general, proporcionando datos valiosos que podrían influir en el diseño de futuras misiones espaciales tripuladas.