China lanzó con éxito la misión Chang’e-6, su proyecto más ambicioso hasta la fecha en la exploración lunar. Este viernes, desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang en Hainan, la sonda no tripulada despegó a bordo del poderoso cohete Long March-5, marcando un hito histórico al apuntar a traer muestras de la cara oculta de la Luna, un logro que ningún otro país ha conseguido.
Objetivos Científicos y Tecnológicos de la Misión
La Chang’e-6 tiene como objetivo principal investigar la cuenca del Polo Sur-Aitken, un extenso cráter lunar que podría contener secretos sobre el origen y la evolución temprana tanto de la Luna como del sistema solar. Este módulo de aterrizaje, que operará durante 53 días, no solo intentará recoger muestras de rocas y polvo lunar, sino que también pondrá a prueba tecnologías cruciales para futuras misiones, incluyendo el control de la órbita retrógrada lunar, el muestreo inteligente y las técnicas de ascenso y retorno automático.
Ge Ping, subdirector del Centro de Exploración Lunar e Ingeniería Espacial de China, destacó desde el sitio de lanzamiento que estos avances son esenciales para los próximos pasos del ambicioso programa lunar del país, que incluyen misiones tripuladas y la construcción de una estación de investigación permanente en el polo sur lunar hacia 2030.
Cooperación Internacional y Avances Tecnológicos
Además de sus objetivos científicos, la Chang’e-6 también simboliza un puente hacia la cooperación internacional en el espacio. China ha integrado en esta misión instrumentos y cargas útiles de países y organizaciones como Francia, Italia, Pakistán y la Agencia Espacial Europea, demostrando su disposición a colaborar con la comunidad internacional en la exploración espacial.
Para comunicarse con la Tierra desde la cara oculta de la Luna, la misión depende del satélite Queqiao-2, que fue lanzado en marzo y desempeña un papel crucial en la retransmisión de datos.
Un Contexto Competitivo en la Exploración Lunar
El lanzamiento de Chang’e-6 llega en un momento de intensa actividad lunar a nivel mundial. El año pasado, India logró aterrizar su primera nave espacial en la Luna y, aunque la misión rusa Luna 25 no tuvo éxito, el interés por los recursos lunares y la exploración del espacio profundo sigue creciendo. Recientemente, Japón y Estados Unidos también han realizado aterrizajes significativos, con la NASA planificando enviar astronautas en 2026 como parte de su programa Artemis.
Bill Nelson, administrador de la NASA, ha expresado su preocupación por las rápidas progresiones de China y sugirió que el programa espacial de este país tiene también objetivos militares, lo que añade una dimensión estratégica a estos avances.
El Futuro de las Misiones Chang’e
Mirando hacia el futuro, China no muestra signos de desaceleración. Con planes para lanzar Chang’e-7 en 2026 y Chang’e-8 poco después, el país asiático se prepara para explorar y potencialmente habitar la Luna.