La misión espacial Starliner de Boeing, que llevaba una década en preparación, enfrentó un contratiempo significativo este sábado cuando su lanzamiento fue cancelado debido a problemas técnicos no especificados. La cancelación ocurrió a menos de cuatro minutos del despegue, momento en el que un sistema automático detuvo la cuenta regresiva. Aunque la causa exacta aún no se ha determinado, la NASA ha anunciado que existen oportunidades de lanzamiento adicionales los días 2, 5 y 6 de junio.
Detalles del Lanzamiento Fallido
Se esperaba que la nave espacial Starliner despegara a bordo de un cohete Atlas V desde la Estación Espacial de Cabo Cañaveral en Florida a las 12:25 p.m. ET. El evento, que se transmitió en directo desde las 8:15 a.m. ET en el sitio web de la NASA, representaba un hito crucial para Boeing en su intento de rivalizar con la cápsula Crew Dragon de SpaceX. La misión, denominada Crew Flight Test, es parte del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, que busca ampliar las opciones de transporte espacial mediante la colaboración con empresas privadas.
Astronautas y Objetivos de la Misión
A bordo de la Starliner se encontraban los veteranos astronautas de la NASA, Butch Wilmore y Suni Williams. La misión tenía como objetivo probar diversos aspectos de la nave espacial, incluyendo el rendimiento de sus propulsores, la funcionalidad de los trajes espaciales y la capacidad de pilotaje manual en caso de que fuera necesario anular el piloto automático. Además, los astronautas debían evaluar la capacidad de “refugio seguro” del Starliner, diseñada para ofrecer protección en caso de emergencia en la estación espacial.
Retrasos y Problemas Técnicos
El desarrollo de la Starliner ha estado plagado de retrasos y problemas técnicos. En el primer intento de lanzamiento tripulado del 6 de mayo, los ingenieros detectaron un problema en una válvula de la segunda etapa del cohete Atlas V, lo que llevó a retirar el conjunto para pruebas y reparaciones. Posteriormente, se informó de una pequeña fuga de helio en el módulo de servicio de la nave, la cual, aunque no representaba una amenaza inmediata para la misión, requirió una evaluación detallada.
Durante la cuenta regresiva del lanzamiento, también se identificó una “vulnerabilidad de diseño” en el sistema de propulsión. Este problema se refiere a la posibilidad remota de que algunos propulsores puedan fallar al abandonar la órbita terrestre. La NASA y Boeing han trabajado conjuntamente para desarrollar un plan de respaldo que garantice la seguridad del vuelo en tal caso.
Evaluación y Próximos Pasos
Después de una revisión de la preparación para el vuelo realizada el 29 de mayo, los responsables de la NASA, Boeing y United Launch Alliance confirmaron la preparación para el lanzamiento, incluidos todos los sistemas y equipos de apoyo. Además, se examinó detenidamente el sistema de paracaídas del Starliner, tras un incidente similar en un vuelo de Blue Origin, y se concluyó que estaban en condiciones óptimas para el vuelo.
Últimos Ajustes y Preparativos
De manera inesperada, la estación espacial experimentó una falla en una bomba del conjunto procesador de orina, que es crucial para el sistema de recuperación de agua. Ante esta situación, se decidió incluir una bomba de repuesto en la carga del Starliner, reemplazando dos maletas de la tripulación para hacer espacio. Wilmore y Williams utilizarán ropa y artículos de aseo genéricos durante su estancia en la estación espacial.
Los astronautas han estado en cuarentena desde finales de abril para proteger su salud antes del lanzamiento. Según Mike Fincke, astronauta de la NASA y piloto designado para la próxima misión Boeing Starliner-1, Wilmore y Williams están plenamente preparados y confiados en su nave y equipos, listos para partir en cuanto las condiciones lo permitan.