Un cambio importante está ocurriendo en nuestro planeta y podría tener consecuencias significativas. ¿Alguna vez te has preguntado cómo la Tierra se protege de los peligros del espacio exterior? Aunque no lo parezca, el espacio no es tan seguro como podríamos pensar. La radiación cósmica y miles de partículas cargadas bombardean constantemente nuestro planeta con el viento solar, según la Agencia Espacial Europea (ESA).
El campo magnético terrestre es el escudo que envuelve a nuestro planeta, protegiendo todas las formas de vida de estos peligros. Sin este campo magnético, la vida en la Tierra tal como la conocemos no sería posible. Sin este escudo, toda forma de vida estaría expuesta a desastres ecológicos, similares a los ocurridos hace 42 millones de años, que resultaron en la extinción de numerosos organismos, según un estudio publicado en la revista Science.
Gracias a que el campo magnético terrestre se encuentra “estable” en la actualidad, la vida puede prosperar en todas sus formas. Este escudo natural protege a la Tierra y sus formas de vida de los impactos masivos de energía y radiación provenientes del Sol y de la radiación emitida por galaxias, estrellas y otros cuerpos celestes en el universo.
El interior de la Tierra actúa como un gran imán con dos polos: el norte y el sur, que alinean el eje del planeta y extienden su influencia alrededor del globo terráqueo. Sin embargo, este escudo está en constante movimiento debido a las fluctuaciones provocadas por el viento y las tormentas solares, lo que puede invertir los polos a largo plazo y dejar a la Tierra sin protección temporalmente.
Estas fluctuaciones pueden tener consecuencias significativas, afectando la navegación de satélites, aviones, barcos y autos. Los errores en el posicionamiento de los satélites pueden alterar la predicción meteorológica y los servicios de GPS, lo que genera incertidumbre y preocupación en la navegación marítima y otras áreas dependientes de estas tecnologías.