Tecnología que blinda el cónclave del Vaticano 2025

Tecnología que blinda el cónclave del Vaticano 2025

A raíz del fallecimiento del Papa Francisco, la Santa Sede ha puesto en marcha los preparativos para un nuevo cónclave, el proceso mediante el cual se elige al líder máximo de la Iglesia católica. Esta elección deberá realizarse dentro de los próximos 20 días, y ante los riesgos tecnológicos actuales, el Vaticano ha desplegado un impresionante arsenal de seguridad para preservar el sigilo y la integridad del evento.

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Tecnología avanzada para blindar el cónclave

Desde 2005, el Vaticano prohibió el uso de celulares durante el cónclave. Dos décadas después, la medida se ha sofisticado: hoy se aplican inhibidores de señal, detectores de dispositivos espía, micrófonos microscópicos, bloqueadores de radiofrecuencias y barridos electrónicos permanentes. Todo para evitar cualquier fuga de información.

Además, inteligencia artificial, drones y satélites militares forman parte de la estrategia de vigilancia ante potenciales amenazas externas, incluyendo intentos de espionaje o ataques cibernéticos.

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¿Cómo se protege el secreto del cónclave?

Durante el cónclave, los cardenales permanecerán en aislamiento total. No podrán usar teléfonos, computadoras ni ningún otro dispositivo de comunicación. Las áreas donde votarán están selladas con inhibidores electrónicos y se colocan películas especiales en ventanas para impedir la visión desde el exterior, incluso desde satélites de alta resolución.

Estas medidas convierten al recinto en un verdadero búnker digital, inaccesible incluso para la tecnología más avanzada.

La vigilancia en el Vaticano: cámaras, soldados y alta tecnología

El Vaticano, el Estado más pequeño del mundo con solo 0.44 km², cuenta con un sistema de vigilancia que supera al de muchas capitales. Desde 2018, operan más de 650 cámaras monitoreadas desde un centro de comando subterráneo.

A esto se suma la Gendarmería Vaticana, cuerpo policial entrenado para amenazas tecnológicas, y la histórica pero moderna Guardia Suiza Pontificia, equipada con armamento de última generación, como ametralladoras, fusiles y explosivos, más allá de sus icónicos uniformes renacentistas.

Revisión exhaustiva a todos los asistentes

Todos los cardenales y personal autorizado serán revisados meticulosamente antes y durante el cónclave. Las inspecciones incluyen múltiples filtros de seguridad, escaneo corporal, registros físicos y vigilancia constante. Además, las instalaciones se someten a inspecciones técnicas para detectar cámaras o micrófonos ocultos.

El objetivo es claro: garantizar que la elección del nuevo Papa se mantenga libre de influencias externas y bajo la más estricta confidencialidad.

Multitudes y máxima seguridad tras la elección

Se estima que más de 200,000 personas llegarán al Vaticano una vez que se anuncie el nombre del nuevo Sumo Pontífice. La infraestructura de seguridad no solo protege a los cardenales, sino que también se prepara para recibir a fieles, medios de comunicación y autoridades internacionales.

En este contexto, la seguridad cibernética y física se convierte en un tema prioritario para la Santa Sede.

Conclusión: tecnología al servicio de la fe

El cónclave de 2025 será uno de los más protegidos de la historia. En plena era de la sobreinformación, el Vaticano apuesta por la tecnología más avanzada para proteger un ritual milenario. La elección del próximo Papa no solo será un evento espiritual, sino también un ejercicio de inteligencia estratégica y ciberseguridad global.

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