Esta tecnología busca aliviar el sentimiento de pérdida que las personas con amputaciones enfrentan a diario, brindándoles la posibilidad de sentir nuevamente el tacto y el calor en sus manos perdidas. A menudo, estas personas experimentan una sensación conocida como “miembro fantasma”, donde sienten sensaciones en las extremidades ausentes, a veces percibiéndolas como más pequeñas que la extremidad original.
Los investigadores Silvestro Micera, presidente de la Fundación Bertarelli en Neuroingeniería Traslacional (EPFL), y Solaiman Shokur, neuroingeniero científico sénior de la EPFL, han llevado a cabo investigaciones para incorporar una nueva retroalimentación sensorial en las prótesis de extremidades. En su último estudio, se encontraron con un descubrimiento que superó sus expectativas: la retroalimentación de la temperatura brinda una sensación placentera al hacer que la extremidad fantasma se sienta completa. Según Francesca Rossi, una participante del estudio que ha experimentado una amputación, esta tecnología le ha permitido sentir una reconexión con su mano perdida. Esta emocionante innovación tiene el potencial de mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con discapacidad.
El siguiente paso es continuar trabajando en el ajuste de las sensaciones de temperatura y lograr integrar esta tecnología en un dispositivo portátil, para que los pacientes puedan conectarse con esta parte de sí mismos a diario. Esto representaría un avance aún mayor en el campo de la rehabilitación biónica, permitiendo que las personas que han sufrido amputaciones puedan discernir y sentir lo que están tocando, brindándoles una experiencia más completa y cercana a la normalidad. Para aquellos como Francesca, esta tecnología representa un paso hacia recuperar lo que creían perdido: su extremidad “de vuelta”.