En un apacible cementerio ubicado en el este de China, Seakoo Wu saca su teléfono y lo coloca sobre la lápida de la tumba de su hijo. Cómo si de un capítulo de Black Mirror se tratará, Wu comienza a reproducir un video del joven fallecido. Las palabras que escucha nunca fueron dichas por su hijo, sino que fueron creadas por una Inteligencia Artificial.
“Ya sé que cada día sientes un gran dolor por mí, y te sientes culpable e inútil”, expresó Xuanmo, hijo de Wu, con una voz ligeramente robótica. “Aunque no podré volver a estar a tu lado, mi alma sigue en este mundo, acompañándote en vida”, continuó. Toda esta interacción fue creada por una Inteligencia Artificial.
El mercado de los “bots fantasma” esta en constante crecimiento. La industria ofrece una solución para aquellas personas que perdieron un ser querido y no pueden superar la pérdida del mismo.
La creación de avatares de personas a través Inteligencias Artificiales es un mercado creciente en todo el mundo. El proceso es sencillo: una empresa recopila miles de videos, fotos y archivos de voz de la persona en cuestión para alimentar a una IA que, finalmente, creará el avatar en cuestión.
Sima Huapeng, fundador de Silicon Intelligence en Nanjing, China, explicó que la tecnología “traerá un nuevo tipo de humanismo”. De esta manera, lo comparó con el retratismo y la fotografía, que ayudaron a las personas a “recordar a los muertos de formas revolucionarias en su tiempo”.
Tal Morse, un investigador invitado en el Centro sobre Muerte y Sociedad de la Universidad de Bath, Inglaterra, expresó que los bots de fallecidos “pueden brindar alivio” a las personas. Pero, por otro lado, advirtió que se requiere más investigación para “entender las implicaciones éticas y psicológicas”.
Varias empresas especializadas en este tipo de IA han surgido los últimos años en Estados Unidos. Pero la industria está en auge especialmente en China, según explica Zhang Zewei, fundador de la firma de IA Super Brain y ex-colaborador de Wu.
“China está en el nivel más alto del mundo en tecnología IA”, aseguró Zhang. “Hay mucha gente en el país, muchos con necesidades emocionales, lo que nos da una ventaja en materia de demanda de mercado”.
El valor de estos servicios depende del país y de la cantidad de material a procesar. Por ejemplo, la empresa Super Brain cobra entre 10.000 y 20.000 yuanes (1.400 a 2.800 dólares) por un avatar básico
