SpaceX logra nueva proeza con el aterrizaje exitoso del propulsor de Starship, pero la nave principal sufre un desliz

SpaceX ha logrado repetir una de sus hazañas más ambiciosas en la carrera espacial, al atrapar exitosamente el propulsor “SuperHeavy” de su megacohete Starship en su regreso a tierra, tras el despegue desde la base de Boca Chica, Texas, el pasado jueves. Esta maniobra había sido alcanzada por primera vez en octubre, pero un intento posterior en noviembre, en presencia del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, terminó en fracaso, lo que aumentaba la expectación por una nueva oportunidad.

El jueves, SpaceX demostró una vez más su capacidad técnica al lograr la captura del propulsor con un sistema de brazos mecánicos llamados “palillos”, instalados en su torre de lanzamiento. La maniobra se realizó con una precisión impresionante, logrando desacelerar el propulsor desde su velocidad supersónica utilizando sus propios motores, un proceso que causó una reacción efusiva de los equipos de misión en los cuarteles generales de la compañía en Boca Chica.

Aunque la celebración inicial fue un éxito, la euforia pronto se desvaneció cuando la nave Starship, que formaba parte de este ensayo, perdió contacto con la base de SpaceX. La empresa confirmó que el vehículo sufrió un “rápido desensamble no programado”, una manera técnica de referirse a una explosión. El incidente fue visible en los monitores de Flight Aware, que mostraron alteraciones en las rutas de los aviones que transitaban cerca de las Islas Turcos y Caicos, mientras que usuarios en X (anteriormente Twitter) compartieron imágenes de lo que parecían ser restos ardientes de la nave durante su reentrada atmosférica.

A pesar de la pérdida de la nave Starship, el aterrizaje exitoso del propulsor representa un avance significativo para SpaceX. Esta versión de Starship es la más avanzada y de mayor altitud que la empresa haya construido, siendo considerada la más grande y potente jamás realizada. El lanzamiento del megacohete tuvo lugar a las 4:37 pm (22:37 GMT) desde la base Starbase en Boca Chica, Texas. Siete minutos después, el propulsor SuperHeavy aterrizó con precisión en la torre de lanzamiento, en lo que es considerado un éxito clave para los planes de SpaceX de llevar a cabo vuelos espaciales tripulados y de carga a la órbita lunar y Marte.

Este vuelo fue el séptimo de prueba para la Starship de SpaceX, justo en el mismo día en que su principal competidor, Blue Origin de Jeff Bezos, lograba un exitoso vuelo inaugural del cohete New Glenn desde Cabo Cañaveral, Florida. La competencia entre ambas compañías subraya el creciente interés y avance en la exploración espacial comercial, mientras SpaceX se mantiene en la vanguardia de la tecnología de aterrizaje y reutilización de cohetes.

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