Ha sido llamado el nuevo oro negro en lo que respecta a la industria automotriz. El littio es un material preciado por sus cualidades de larga duración tanto en su vida como en la capacidad de almacenamiento de energía. Aunque en el país aún no se usan los autos eléctricos de forma masiva, especialistas prevén que en un futuro el litio será tan preciado como lo es hoy en día la gasolina.
Lo encontramos en las preciadas celdas de las baterías de los coches eléctricos, los mismos que buscan reducir la emisión de CO2 a nivel global para contrarrestar los efectos de los automóviles de combustión que actualmente se utilizan y conforme avanza el tiempo cada vez se necesita más.
Una gran demanda
Según cifras de la Agencia Internacional de Energía (IEA) en 2021 hubo un incremento en la demanda de vehículos eléctricos con ventas de 6.6 millones de unidades a nivel global, casi la mitad de ellos en China y 2.3 millones más en Europa.
Esa cifra es apenas el nueve por ciento del total mundial de vehículos que circulan, la cual se coloca en mil 400 millones de coches en la carretera según datos de la agencia Hedges & Company en un estudio realizado junto a Google automotrices como Volkswagen, General Motors, Stellantis, Nissan-Renault, entre otros, de iniciar en esta década la transformación de sus portafolios de productos a vehículos 100 por ciento eléctricos, lo que significará una mayor demanda de litio para satisfacer la producción de baterías que están también presentes en híbridos y vehículos enchufables que comparten un motor de combustión.
Estas cifras ya han comenzado a mostrar un ascenso en pendiente tan rápido como el torque que ofrecen los vehículos eléctricos para conseguir aceleraciones de 0 a 100 km/h en aproximadamente tres segundos.
En 2018 grupo VAG informó que el crecimiento por el requerimiento del litio había aumentado rápidamente pasando de 25 mil 400 a 85 mil toneladas de 2008 a 2018. Pero la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha calculado que la demanda podría crecer significativamente para 2030 luego de un salto impactante entre 2018 y 2021 cuando se pasó a 320 mil toneladas, una cifra que se espera alcance hasta los tres millones en 2030 según un informe publicado por la agencia de noticias Reuters con más del 70 por ciento destinado a las baterías de los automóviles.