Recientemente, un estudio desarrollado en la Universidad Northwestern reveló cómo fluye el gas a través del universo hacia el centro de un agujero negro supermasivo, permitiendo de esa forma su crecimiento. De acuerdo a los investigadores, los brazos espirales de las galaxias son responsables de recoger gas para alimentar a sus agujeros negros supermasivos centrales.
Cabe destacar que conocer la forma en que las galaxias nutren a sus agujeros negros supermasivos y disponer de un modelo informático que simule este proceso es crucial. Permitirá entender de manera integral las numerosas fuerzas y factores que influyen en la evolución de estas misteriosas estructuras. Así mismo, según indican los científicos en su investigación, recientemente publicada en Astrophysical Journal, la capacidad de los agujeros negros supermasivos para absorber todo aquello que se encuentre a su alrededor es sorprendente: pueden tragar 10 veces la masa de un Sol en solo un año.
Por otra parte, el nuevo modelo creado por los investigadores estadounidenses permitirá comprender las causas por las cuales algunos agujeros negros supermasivos disfrutan de un suministro permanente de alimentos, mientras otros permanecen inactivos durante millones de años: sin embargo, despiertan súbitamente cuando vuelven a recibir la dosis suficiente de gas. De igual forma, se sabe que los detalles sobre cómo fluye el gas a través del universo para alimentar a estas colosales estructuras forman parte de uno de los grandes misterios que la astronomía busca resolver. Ahora, las simulaciones desarrolladas harán posible encontrar algunas respuestas a estos enigmas.
Por último, cabe resaltar que las simulaciones creadas mediante el nuevo estudio se aplicarán a casos concretos: permitirán comprender el origen del agujero negro supermasivo en el centro de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, así como la formación del agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia Messier 87, gracias a imágenes captadas por el telescopio Event Horizon en 2019.